No, no es porque no tenga nada que comer, por la voluntad de Dios no me ha falta comida en esta año tan difícil.
¿Has escuchado hablar del Ayuno?. Estoy haciendo un ayuno de agua. ¿Qué significa esto?, significa que durante el tiempo que dure el ayuno no puedes comer nada más que agua. Absolutamente nada más.
Supongo que en este momento en tu mente ronda una pregunta. ¿Porqué una persona en su sano juicio tomaría la decisión de tomar solo agua durante 36 horas? ¿Por qué?
Como sabrás en las redes sociales abunda información hablando del Ayuno Intermitente , y muchas personas lo miran como algo novedoso. Sin embargo, Ayunar no es nada nuevo; por el contrario, ha sido la intervención alimentaria más antigua de la humanidad.
Ahora bien, no todo lo que vemos y leemos en las redes sociales, puedes ser aplicado en todos por igual, y por eso quiero empezar diciéndote que el ayuno intermitente no es una dieta. Es un estilo o forma de comer. Pero como todo en la vida no aplica para todos. Y debe hacerse con la asesoría adecuada.
A diferencia de lo que muchos creen el ayuno intermitente no es la solución milagrosa, ni la dieta mágica, ni el método que resolverá todos tus problemas de peso y de ansiedad. Este estilo de alimentación puede ayudarte a entender mejor tu cuerpo, tus emociones, tus necesidades y tus sensaciones.
A menudo creemos que somos esclavos de la comida, del horario, de las veces que tenemos que llevarnos comida a la boca, y no le damos la oportunidad a nuestro cuerpo de decirnos cuánto quiere y cuándo lo quiere.
Puede haber muchas razones para hacer un ayuno, como ser: desintoxicación, bajar de peso, prevenir trastornos neuro-degenerativos, cetosis, autofagia, curación desde dentro, razones religiosas, etc. etc. etc. (Algunas palabras con las que pueden no estás familiarizado, siempre puedes preguntarle al oráculo “Google”)
Para mí, la razón más importante para hacer ayuno prolongado es romper las creencias limitantes dentro de mí, esa vocecita interna que dice “no puedes”.
No somos esclavo de la comida, no nacimos solo para calmar el hambre. Nuestro cuerpo es capaz de decirnos lo que necesita, y generalmente es capaz de discernir cuánto, y qué tan a menudo lo necesitas.
Como la mayoría de nosotros, crecí en el esquema de comer 3 veces al día, la comida adecuada y en algunos casos la merienda. Esa es la forma correcta de comer que me enseñaron.
Entonces a medida que me he formado en este mundo maravilloso del bienestar, aprendí muchas cosas diferentes, desde dejar de ver las calorías como enemigas, hasta probar diversas formas de alimentación, incluyendo el ayuno.
Con el tiempo he aprendido a entrenar mi mente para tomar el camino del aprendizaje a través de la experiencia, y eso es lo que promuevo con mis clientes. Cada uno somos diferentes y debemos experimentar que es lo que nos hace sentir mejor y saludables.
El ayuno funciona muy bien para Mì. Sigo una rutina de ayuno intermitente de 14 a 16 horas diaria y no como después de las 5:30 pm. Me cae fantástico este método.. Insisto esto me funciona a Mí.
Ahora me estoy aventurando en la siguiente fase, ayuno prolongado solo con agua; primero 18 horas/ 24 horas/ y luego me propuse aumentarlo hasta 36 horas dependiendo de cómo me sintiera. Sin violencia, sin estrés para mi cuerpo.
NO ESTOY MUERTA; han pasado 36 horas de no comer (ojo estoy hablando de ayuno de manera consciente, por voluntad propia, no porque no me quedó tiempo, o por otras razones. Es muy diferente hacerlo de manera consciente).
Acabo de romper la barrera y la creencia limitante dentro de mí sobre cuánta comida necesito para funcionar correctamente.
Me siento genial, mucha energía y estoy escribiendo al respecto antes de romper ayuno, solo para confirmar que mi cerebro sigue funcionando bien jajaja.
A lo largo de nuestra vida, hemos construido creencias sobre todo lo que existe en este mundo.
Una creencia es una declaración sobre la realidad que creemos que es la única verdad (¡me muero si no desayuno! por ejemplo).
Desde pequeños, nos bombardean con creencias de otras personas, de nuestros padres, parientes, maestros, vecinos, amigos, extraños, sociedad y medios de comunicación. Muchas de las creencias que tenemos no son nuestras, sino que las aceptamos como verdades simplemente porque las heredamos.
Pero sorpresa: es más fácil dejar de lado tus creencias limitantes de lo que es aferrarse a ellas.
Las creencias limitantes son las pequeñas voces que te convencen de eso...
No puedes ser algo
No puedes hacer algo.
No puedes tener algo.
Si alguna vez has dudado de ti mismo, sabes lo paralizante que puede ser. Las oportunidades desaprovechadas, la indecisión, el tormento silencioso, nos impide vivir nuestras mejores vidas.
Si cambiamos nuestras creencias, podemos deshacernos de la duda y desarrollar la confianza en nosotros mismos
Los únicos límites que tienes son los límites que crees. Te invito a desafiar tus creencias limitantes, la mayoría de ellos no son ciertos.
Si no tengo un trabajo, es el final de Mi vida.
Siempre me pasan cosas malas.
No soy bueno para hablar en público.
No puedo bajar de peso.
Estoy en la quiebra, nunca podré salir de esto
Si No tomo café no funcionó
No soy bueno para vender
Puedes ser quien quieras ser
Desafía tus suposiciones e identifica tus creencias limitantes. Cada vez que te encuentres pensando que no puedes hacer algo, pregúntate...
¿Por qué NO?
¿Qué me detiene?
¿Qué me está frenando?
¿Qué me limita?
¿Estás listo para identificar tus creencias limitantes? Si deseas información sobre cómo superar tus creencias limitantes, o conocer más sobre el ayuno, envíanos un correo y haz una cita con nuestra Coach.
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