Mientras me aventuraba en una caminata hacia “La Tigra”, ansiosa por descubrir sus secretos escondidos entre la exuberante vegetación, el aire fresco y puro comenzaba a llenar mis pulmones. Maravillada por la diversidad de flora y fauna que me rodeaba, mis ojos no dejaban de impresionarese al ver los árboles gigantes que se alzaban majestuosos, creando un admosfera verde que filtraba la luz del sol, y mis oidos escuchaban el canto de los pájaros desconocidos que me envolvían en un ambiente de serenidad. En ese momento sentí que mi respiración fluía de manera mucho mas profunda, mas intensa, simplemente me sentí llena de paz.
Visitar La Tigra es una experiencia que hay que vivir, recuerdo que a medida que avanzaba por los senderos, experimentaba una mezcla de emoción y calma, sintiendo la conexión profunda con la naturaleza que solo un lugar como ese puede ofrecer. A pesar de los desafíos del terreno accidentado y las cuestas empinadas, cada paso era un recordatorio de mi determinación y pasión por explorar este paraíso natural.
Entre los momentos memorables de mi travesía, destaco el instante en el que alcancé un mirador rocoso que ofrecía vistas panorámicas impresionantes del paisaje de Valle y de San Juancito, un momento de asombro y gratitud que se quedó grabado en mi memoria para siempre. Recuerdo sentirme agotada literalmente como dicen por allí “con la lengua de corbata y el hígado de delantal”, de repente paso corriendo a mi lado mi sobrino, como si nada, corrió hacia arriba y luego regreso, lo hizo nuevamente y luego se perdió en el bosque, pensé: “que poco valoramos a veces el divino tesoro de la juventud”.
Después de dos horas agotadoras de caminata a través de los hermosos senderos de La Tigra, finalmente llegamos a la majestuosa cascada que nos recibía con su escandaloso susurro. El cansancio desapareció al instante al contemplar semejante maravilla natural, y decidimos disfrutar de un merecido descanso y un bocado en sus cercanías. Preparamos una simple burrita (tortilla, frijoles, huevo, aguacate y plátano), y tengo presente que al probarla, experimente una explosión de sabores que parecían potenciados por la belleza y la calma del entorno.
Cada bocado se volvió una experiencia sensorial inolvidable, donde el aroma fresco del bosque y el sonido del agua creaban un escenario perfecto para deleitar nuestros sentidos. Fue en ese momento, rodeada de la naturaleza en su máximo esplendor, cuando entendí el verdadero significado de disfrutar cada instante con plenitud y gratitud, y sobre todo entendí la importancia de pasar tiempo en naturaleza.
¿Sabias que pasar tiempo en la naturaleza podría reducir hasta un 30% tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, presión arterial alta o angustia?
Para quienes tenemos la suerte de vivir cerca de un espacio verde como la Tigra esta es la oportunidad perfecta para mejorar nuestra salud y bienestar simplemente saliendo al aire libre.
Segun la OPS la Enfermedad Coronaria, diabetes, y trastornos respiratorio son las principales causas de muerte en Honduras y Latinoamerica.
Si padeces de alguna de estas enfermedades, o tienes un problema de salud mental, probablemente tu médico te habrá dicho varias veces la importancia de hacer ejercicio, “que debes reducir el tiempo que pasas sentado usando la tecnología”, Bla, bla, bla.
Sí, lo sé….., lo sabes.
Si no naciste con el alma verde (yo tampoco: de hecho una vez intentando hacer un bonsái, termine matando un Ficus, que dicen por allí que son arboles casi indestructibles), puedes comenzar por cultivar algunas hierbas en un macetero y cuidar un par de plantas en casa, es un buen inicio para conectar con la naturaleza.
Los 17 minutos que pueden mejorar tu salud y bienestar
Nadie sabe exactamente cuánto tiempo al aire libre se necesita para mejorar la salud, pero un estudio de la Universidad de Exeter demostró que 120 minutos a la semana es el umbral mínimo para mantener el bienestar mental.
Esto significa un promedio de un poco mas de 17 minutos al día.
¿Cómo se pueden lograr estos 17 minutos?
Visita La Tigra
Llévate a tu familia y a ti mismo a un picnic el fin de semana.
Ofrecerse voluntariamente para ayudar es un día a plantar arboles.
Crea tu propio huerto o jardín de hierbas.
Incluye algunos plantas para darle un toque más verde a tu hogar.
Si es posible ubica tu puesto de trabajo junto a una ventana cuando trabajes desde casa.
Empieza el día con una taza de café al aire libre.
Reúnete con un amigo para programar una caminata regular por la naturaleza.
Únete a una clase de ejercicio al aire libre.
El estilo de vida como medicina es una tendencia creciente, ya que nos hemos dado cuenta de que gran parte de nuestra creciente carga de enfermedades crónicas se puede prevenir aplicando hábitos saludables en nuestra vida diaria.
Termino diciendoles que para quienes deseen emprender la aventura de visitra la tigra como parte de sus actividades verdes, les aconsejo llevar calzado cómodo y resistente, agua suficiente y algún refrigerio energético para reponer fuerzas en el camino. Es importante estar preparado física y mentalmente para disfrutar al máximo de esta experiencia en la naturaleza.
Tengo muy presente que al concluir mi caminata en La Tigra, me sentí enriquecida no solo por la exploración de un entorno tan único, sino también por la profunda reflexión que me inspiró. La Tigra no solo es un lugar físico, sino un santuario de paz y belleza que sigue resonando en mi corazón mucho tiempo después de haber regresado a la ciudad.
¿Ya visitaste la Tigra?
Prima me para un excelente blog muy orgulloso