“El día que perdí a mi esposa y a mi hija, caí de Rodillas… Yo estaba muy feliz, habíamos quedado de encontrarnos en el aeropuerto para tomar juntos el vuelo a Chicago. Llegué tarde y perdí el avión. Cuando llegué me enteré de que el avión a Chicago había caído, yo no sabía que mi esposa y mi hija habían subido al avión, yo pensé “Seguro que no subieron, no es posible que vayan a morir mi mujer y mi hija”. Recuerdo que había una gran pantalla donde aparecerían los nombre de los que habían muerto en el accidente, pero yo estaba seguro de que Ellas no habían tomado el vuelo, que Ellas me habían esperado… El nombre de mi esposa y mi hija fue el segunda de la lista de las 57 personas que murieron en el vuelo.”
“No recuerdo muy bien que paso después que vi el nombre de mi esposa y mi hija en la lista de muertos, con el tiempo me enteré de que en ese momento caí de rodillas y dije, “Ahora sé quien es el que manda”. Para mí esa perdida significó entender que solo El sabe donde cada uno debe de estar. Sólo que a veces es demasiado duro aceptar esa decisión, pero, aunque me cueste entender, yo puedo discutir todo con los seres humanos, pero no puedo discutir ninguna decisión de Dios” Facundo Cabral.
Con todo lo que esta pasando en Honduras y el mundo no pude evitar el recordar constantemente esa historia de Facundo Cabral.Y es que, ¿quien no ha sentido, en estos días, un nudo en la garganta y las enormes ganas de llorar al ver a nuestros familiares y amigos o compatriotas, sufrir al perder todo lo que con gran esfuerzo habían construido, enfrentar la angustia de no encontrar a sus seres queridos o permanecer 2 o 3 días sobre un techo esperando ser rescatados…? Demasiadas aflicciones y sufrimientos.
Podría llenar miles de blog con todos los casos infortunados que nos esta dejando primero la pandemia y ahora el huracán ETA.
Estos y muchos otros sufrimientos que enfrentamos estos días, nos hacen plantearnos preguntas inevitables que inquietan el alma. ¿Qué es lo que esta pasando? ¿Por qué a Mi, Señor? estas son preguntas que tanto Creyentes como no Creyentes nos hemos hecho en algún momento de nuestra vida y no podemos contestar. Esa sensación de haber sido abandonados es una terrible experiencia, sobre todo para quienes tienen principios cristianos.
Si usted se encuentra entre las personas que han perdido todo lo que tenían, o se sienten desesperados y angustiados, sé que están sufriendo. Sé que no hay palabras para describir el dolor que inunda su alma por perder a sus Padres, esposo o hermanos, por perder sus bienes, o por cualquier razón que les haga sentirse angustiados y tristes.
No podemos entender porque nos tocó el Huracán... No podemos entender porque están muriendo tantas personas por la pandemia… Simplemente nos quedamos sin entender que esta pasando… Me gustaría compartir unas palabras de aliento que me han servido mucho en momentos de tribulación.
Particularmente me ha ayudado mucho leer el libro “Cuando lo que Dios hace no tiene sentido” del Dr. James Dobson, les dejo un extracto del libro:
“Le pido a la persona que se siente muy afligida, cuyo corazón está quebrantado, y que se siente desesperada por escuchar una palabra de aliento, que me permita asegurarle que usted puede confiar en el Señor de los Cielos y la Tierra. Existe seguridad y descanso en la sabiduría eterna de la Biblia.
Usted puede estar seguro de esto: Dios, el Rey de Reyes y Señor de señores, no esta caminando de un lado a otro por los pasillos del cielo sin hacer nada, por los problemas que existen en la vida de usted. El puso los mundos en el espacio. El puede tomar en sus manos las cargas que le están agobiando. Y para comenzar dice: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10).
Descarga el libro aquí, espero que les sea de utilidad. Sigamos teniendo Fé y esperanza.
Para mis lectores que no son Creyentes, les ruego en esta ocasión practicar la empatía y consideración hacia nuestros semejantes.
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