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Comida Emocional



“Comencé mi primera dieta cuando tenía 15 años, desde entonces he hecho muchas más. Todas las de moda, todas las que se puedan imaginar; la ultima que hice, una dieta baja en calorías, 350 calorías al día (básicamente me mantenía con café y cigarros), además corría 5 km diarios. No me pregunten cómo lo logré, ¡Cómo podía correr 5km consumiendo solo 350 calorías!, pero lo hice. Perdí peso, pero me miraba al espejo y me sentía destruida, y es que cuando te miras a ti misma con lentes rotos, no te gusta lo que miras. Después de 1 año de estar comiendo tan poco, me sentía débil, cansada y mi pelo se caía. Dicen que la 5ta Ley del Universo, es que para cada dieta que inicias hay un atracón de comida igual. Pues bien, esa Ley también se cumplió en mí, un día comencé a comer y literalmente no pare de hacerlo durante 2 meses, solo descansaba cuando tenia que dormir.


Esa sensación, de auto desprecio, volvió a mi, aumente el doble del peso que había perdido, y me sentía destruida. En ese momento me di cuenta de que tenia un problema con la comida, y que yo sola no podría superarlo. Entendí que tenia un desorden alimenticio, estaba enferma. Que todo lo que me pasaba lo solucionaba comiendo: estaba triste, comía; estaba cansada comía; tenia problemas en el trabajo, problemas en mis relaciones, directo a la comida para producirme una felicidad momentánea. Fue difícil darme cuenta, pero comía compulsívamente como una solución momentánea para todo lo que estaba mal en mi vida”


Comida Emocional

¿Te suena familiar? Los desórdenes alimenticios son reales y están relacionados con lo que hoy se conoce como COMIDA EMOCIONAL. ¿A quién o a qué recurres cuando anhelas consuelo? ¿Confías en tus pantalones o tu par de zapatos cómodos para sentirte mejor? ¿Buscas una taza de té caliente o un plato de espaguetis? ¿Te metes a las tiendas a comprar por impulso? O ¿Quizás levantes el teléfono y llamas a tu madre o mejor amigo solo para escuchar una voz tranquilizadora?

Los seres humanos estamos programados para anhelar satisfacción en forma de calor, refugio, amor, comida o agua. Se experimenta incomodidad cuando uno de estos elementos falta y el cuerpo anhela una forma de restaurar la sensación de seguridad, por eso buscamos satisfacciones de corto plazo, y el mejor ejemplo es la comida.

La definición clínica de un desorden alimenticio es: Episodios recurrentes de comer compulsívamente; lo que significa consumir en un periodo de tiempo corto (menos de 2 horas) cantidades grandes de comida. No es tan importante la definición como lo que sientes: una falta de control, no puedes detenerte mientras comes y luego.... sentir mucha culpa y pena por lo que comiste.

Para ser diagnosticada con esta enfermedad, se deben tener al menos 3 de los siguientes síntomas:

  1. Comer más rápido que lo normal

  2. Comer hasta sentirse incómodamente llenos

  3. Comer grandes cantidades de comida cuando no se tiene hambre

  4. Sentirse culpable y deprimido después de un atracón. (debe suceder al menos 1 vez por semana, por más de 2 meses)

  5. Comer en secreto

  6. Posibles complicaciones como Síndrome de Ovarios poli quístico, Hipotiroidismo, estrés, Problemas para dormir, Deficiencias nutricionales, asma entre otras.

“Es importante recordar que la alimentación emocional no es el problema, es un síntoma de otro problema. La mayoría de los comedores emocionales son personas sensibles que luchan con sus emocionales y recurren a la comida para calmarse. Además, vale la pena recordar, ¡¿Qué esta enfermedad no es una enfermedad solo de las personas con sobrepeso?! “Geneen Roth; Emotional Eating Pioneer

Como iniciar el proceso para sanar

  • En lugar de regañarte por comer cuando no tienes hambre, puedes optar por escuchar las señales de tu cuerpo. Cada vez que recurro a la comida debo pensar, ¿Porque lo hago?, ¿Qué sentimientos preceden a la búsqueda de comida? ¿Acaso me siento sola?, triste?, ¿preocupada?

  • Recuerda, la comida no es el enemigo; Es necesaria para la supervivencia. El objetivo debe ser reconfigurar tu cerebro para comprender Tu relación con la comida y ser consciente, para manejar adecuadamente los antojos cuando surjan.

  • La perfección no es realista. Es posible que hayas estado utilizando la alimentación emocional como estrategia de desahogo durante años, posiblemente incluso toda tu vida. Sanar tomará tiempo, habrán altibajo, en esos días que no lo logres, en lugar de frustrarse, recuerda que estás haciendo todo lo posible y que estás progresando poco a poco.

  • La alimentación emocional no proviene del hambre real; Es un desequilibrio en una o más áreas de tu vida. Identifica las áreas de tu vida con las que te sientes satisfecha y las áreas en las que aún no lo estás, por allí comienzas a sanar.

Los sentimientos son respuestas físicas del cuerpo a los estímulos externos. A medida que comiences a notar los antojos emocionales de comida, te darás cuenta de donde viene el hambre.

Por último, no tengas miedo, sino puedes sola, pide ayuda. ¡Estamos para servirte!

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